Leonardo Castellani: Subversión (Jauja, directorial, octubre 1967)

DIRECTORIAL

Tengo aquí un montoncito de recortes sobre la SUBVERSION —incluida la Ley Anticomunista—. Estos editorialistas de diarios saben mucho; saben de todo, desde la estrategia en el Vietnam hasta la venta de verdura en carritos, pero no saben el significado de las palabras. Así "Subversión" p.e. para ellos significa "los extremismos de izquierda y derecha"; y "extremismos" es cada quisque que piensa lo que a ellos no les conviene. Así que conviene expliquemos la palabreja, en tres "tempos": tempo adagio, tempo andante con moto, tempo mesto con serenità. 

1º — La "Subversión" de hoy es lo que llaman los inteligentes (como finado Rodolfo Irazusta) la "Revolución" con mayúscula. 'Subvertir' en latín significa "poner patas arriba"; y es pariente de invertir y pervertir; su contrario es convertir. Esta "Revolución" tiene mucha más edad que la "Revolución Argentina" — que no existe. 

Pongamos su inicio en la decapitación de Carlos I, por Cromvell en representación de la nueva aristocracia (plutocracia) inglesa. Finó la antigua Monarquía Cristiana. Después continuaron los franceses cortando la cabeza al Rey, la Reina, Duquesas y Condesas, poetas y sabios y luego a sus mismos secuaces hasta un millón de descabezados para asegurar la Fraternidad y destruir la Libertad. Los ejércitos de Napoleón propagan esa "ideología" por toda Europa y América del Sur. Corona y tope, la subversión rusa de 1917, sin contar dos guerras mundiales, o Granguerras. 

Toda esta "Revolución" es en puridad una serie de "Subversiones" sobre el terreno que dejó la gran subversión religiosa del siglo XVI. "Revoluciones" (en el sentido de Mahieu "Diccionario político") no ha habido más que la revolución de Mayo y la revolución de Franco - quizá alguna otra: o sea, "levantamiento que cambia para mejor un estado político inconveniente". 

Ahora bien, la "subversión" (o poner patas arriba) está instalada hoy día en el seno de los Estados; y 'consequenter' también alrededor dellos, por contragolpe. Si quieren un ejemplo rápido, vean lo que pasa aquí. Pongamos la contribución inmobiliaria extraordinaria del 1 % que hemos pagado. No hay nada más contrario a la idea cristiana de Estado; Felipe II y más Fernando el Santo hubiesen exclamado con asombro: "¡Pero eso es un simple acto de tiranía! ¿Qué sultán o mongul ha hecho eso?" —Pues un General "católico" y unos "economistas" entreverados —¿Algún mahometano entrellos? —Ninguno, Majestad. 

Y el buen pueblo argentino ha ido mansamente a pagarlo a los acordes del Himno Nacional. 

No me pidan todas sus aristas "subversivas". Básteme notar que es un ataque alevoso a la propiedad privada, que es puesta así a entera disposición de los politiqueros de turno. La "Revolución" después de haber eliminado la Monarquía Cristiana se movilizó contra la Propiedad, con el Capitalismo y su hijo el Comunismo; esperando el tiempo de subyugar el Ejército y la Familia, las otras dos columnas del Orden Romano; y abrir las puertas al Anticristo.

La subversión que la Nación diario ve solamente en Cuba o en China está dentro de nuestro Estado liberal. 

No es menester que el Septentrión los lance
Los bárbaros están dentro de Roma.

Y al lado deste verbigracia fresquito, los desaforados impuestos a la herencia, la matufia electoral o pérdida de la legitimidad, la destrucción de la estabilidad política, la tentación de sedición, hasta los guerrilleros, "revoluciones" sedicentes en toda Sudamérica y ultra, confusión la misma iglesia, etc.

Los fieles cristianos hablan de sacerdotes "progresistas", medio progresistas, algo progresistas y no progresistas... ¿"Qué es esto? ¿Cuándo se ha visto esto en la Iglesia Católica, que parece la proliferación de sectas protestantes? No lo veo sino en el siglo XVII, en Francia: sacerdotes "jansenistas, medio jansenistas, algo jansenistas y no-jansenistas"; y los fieles no sabiendo a qué santo dirigirse. Gran confusión, polémicas, las "Provinciales" de Pascal, la supresión de los jesuítas, etc. Pero entonces vino una condena del Jansenismo por la Santa Sede: cuatro condenas seguidas (Inocencio X, Alejandro VII, Inocencio XI, Alejandro VIII), y se acabó el confusionismo. 

Ahora no tiene ninguna condena. 

Días pasados me decía un obrero húngaro, muy católico él y también muy avisado: "No sabemos qué pensar. Las cosas religiosas que nos enseñaron de chicos, hasta el Rosario a la Virgen y la Primera Comunión, las están cambiando. No sabemos a qué santo encomendarnos; sobre que están suprimiendo los santos". 

Yo le dije: "Los cambios no son sustanciales; y hay una viruela boba epidémica de curitas neoleros que hacen macanas". Eso es todo.
—Sí; pero ¿a qué maestro creer, que sea seguro?

II 

Andante con moto. Del seno de la "Revolución" liberal nació el monstruo del comunismo; parecido a la antigua herejía de los Albigenses, pero mucho más feroz y afortunada. Se apoderó del mayor imperio de Europa y el mayor imperio del Asia; y ahora hace temblar al mundo todo. 

El comunismo saben los lectores en qué consiste; es decir, sabemos lo que ellos dicen. Notaremos sólo tres cosas: 

1º El comunismo no viene de la miseria y la explotación de los pobres. No es esa al menos su causa única. La gente que está en la miseria no tiene fuerzas para sublevarse y menos para arrebatar el poder. En la Revolución Francesa, los campesinos de Francia (está probado) eran los que estaban mejor en Europa. Y en realidad, ellos no hicieron la "Revolución" sino como mano de gato; sino la Burguesía, el Tercer Estado, —que estaba mejor todavía; llena de plata, envidiosa de los nobles y ganosa de aniquilar los obstáculos al naciente Capitalismo; o sea, la Monarquía y los Gremios; lo cual consiguieron, sirviéndose sobre todo del populacho de París y la guillotina. 

En la Guerra Civil Española: los obreros del Norte estaban relativamente bien, y se plegaron a los rojos (Barcelona, Vascongadas). Los peones y aparceros de los señores del Andalucía estaban mucho peor pagados; y se adhirieron a los "blancos", y formaron con Queipo del Llano (sic); hecho decisivo que animó a Franco a invadir desde Africa. 

Y se podrían aumentar los ejemplos. En su prólogo al "Oliver Twist" de Dickens, Chesterton nota que Oliverio se subleva contra el horrible Asilo porque está algo mejor que los otros y no peor; y formula la ley que puse arriba. 

2º El Comunismo es una herejía judaica. Tiene un fermento religioso, mesiánico; no es un partido político. Si leen el excelente libro de M. A. Speroni ("La vida cotidiana en la URSA actual") lo verán claramente sin muchas explicaciones; y lo mismo para China en el libro de Faruz ("Un gran convento sin Dios").

Lo que se ha hecho es simplemente quitar la religión a las masas (cristianismo o budismo) sustituyéndola por otra herética y enteramente ilusa. El pueblo ruso "adherido" (muchos otros conservan penosamente la antigua religión) creen literalmente en el advenimiento del Mesías-Comunismo; la redención de todo el Mundo. Les dicen que el Comunismo no les ha llegado aún; que están en lo penúltimo, la dictadura férrea del Proletariado (en realidad de una manga de feroces políticos) después de lo cual viene la "Liberación", la supresión total del Estado y... el Paraíso en la tierra. 

En realidad, la doctrina comunista sirve de instrumento en Rusia a un imperialismo como el de los Zares pero dado vuelta la casaca: el de los Zares era religioso ("el Padrecito") este es antirreligioso y muchísimo más ambicioso. Lo mismo en China. 

3º El único remedio del Comunismo es la religión o "la Conversión de Europa", que dice Belloc. Ya lo saben ellos, y por eso odian sobre todo a la Iglesia Católica, "el principal enemigo" — dijo Lenin. 

No me hagan reir con la "Ley Anticomunista", esa especie de Inquisición entibiada - y liberal. Es un hecho que desque se promulgó ha recrudecido la propaganda comunista. Vayan a Florida al 200 y hallarán un gran puesto comunista de venta de libros anticatólicos. Vayan a la Librería Alvarez y oirán un disco "continuado" con una psalmodia o psalmo comunista contra el Matrimonio. En fin, vayan a... al SIDE y pregunten. 

Es chusco que este gobierno ha inventado una especie de Inquisición Española espúrea. Tanto hemos despotricado contra la Inquisición y ahora la resucitamos tímidamente. Hasta Krieger Vasena se ha convencido que la inquisición era necesaria. Pero no tienen uñas para inquisidores. 

No digo que esté mal la Ley y que carezca de todo efecto. Pero jamás va a reprimir el Comunismo, que es filtrable como culebra y tiene mil mañas y gatadas. 

III 

3º Tempo mesto con serenità. El 3er. tempo, que era "los remedios", no me cabe. El "Directoría!" ya es muy muy largóte. En resumen, es: NO HAY REMEDIO. 

Pido perdón por decir algo tan grave; pero si supiera algo más grave, eso sería lo que dijera. 

En el actual estado del mundo, no se ve remedio en la Argentina. "La conversión de Europa" no está en nuestra mano: menos aún la de EE.UU. 

El remedio de la herejía comunista tendrá que ser análogo al de la Albigense; que era, como esta aquí, una conmoción a la vez económica, política y religiosa. Según los historiógrafos, hubiera hundido a Europa, de haber seguido camino... El Rey de Francia Felipe Augusto —incitado por el Papa Inocencio III— aportó el remedio triple: alivió la miseria del Sur de Francia, dio una ley condenando a graves penas a todo Albigense y mandó a Simón de Montfort con un ejército; y por Santo Domingo de Guzmán, fundó la Inquisición. 

Los Papas se habían opuesto al uso de la fuerza; y habían mandado incluso al gran San Bernardo a predicar; pero cuando vieron que los herejes mataban a los misioneros y habían asesinado incluso al Legado Papal Pedro de Castelnau; y que el Conde de Tolosa amenazaba incluso a París aliado con el Rey de Aragón Pedro I (llamado "el Católico" por los españoles, y "el Borrachín" por los franceses) vieron que las papas quemaban y proclamaron
la cruzada. Simón de Montfort derrotó a Raimundo VI y Pedro I en la batalla milagrosa de Muret: — mil hombres contra 100.000 hombres. Se fundó la "primera Inquisición". 

Inquisición significa "inquirir"; y eso es lo que hacían. Los herejes "obstinados" tenían pena de muerte; y los soldados franceses irritados por el peligro del que salieron raspando, ajusticiaban a todo el "hereje" que se les antojaba, sobre todo si tenían riquezas. Santo Domingo persuadió al Monarca que sólo se pudiera condenar a los herejes que un tribunal de teólogos "inquiriese". Ese tribunal era tan lene que bastaba uno estuviese casado para ser absuelto; porque los Álbigenses rechazaban el matrimonio, aunque permitían el "amor libre" y hasta (en la práctica) la sodomía — como ahora. La matanza indiscriminada cesó: la célebre
frase de Simón de Montfort: "Maten no más, que, total, si no son herejes, Dios reconocerá a los suyos" es una invención; pero "bene trovata", porque da una idea de lo que pasaba. 

Así que el Comunismo, que es también una herejía económica, política, religiosa e internacional, solo tiene parejamente un remedio que conjugue las cuatro esferas. 

—¿Y Ud. no lo quiere decir al remedio? 

—El mes que viene. 

Leonardo Castellani (Jauja octubre 1967) 

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