Leonardo Castellani: Lecciones desde España (Jauja, septiembre 1968)

DIRECTORIAL

El que no escarmienta en cabeza ajena es necio por todas mentas. La necedad es pecado; lo dice la Escritura, Santo Tomás y hasta el buen pueblo francés en su refrán: "La betisse c'est un peché". ¿Contra qué mandamiento peca un necio; Contra el 1º, el 2º, el 3º, el 4°, el 5º, el 6º, el 7º, el 8º, el 9º y el 10º; pues un necio tropieza en todo. Necio es el que carece de la virtud de la prudencia; y todo pecado hiere la prudencia, pues no hay virtud que sin prudencia lo sea —dice San Gregorio el Magno. 
 
Hemos de escarmentar con la guerra civil española, si somos prudentes. También para nosotros se hizo. 

Viví la guerra civil española desde Italia y desde aquí, aunque aquí con mala información; pues los diarotes porteños silenciaban las victorias de Franco y hacían el caldo gordo a los rojos; a los cuales llamaban con antífrasis estupenda "los leaíes"; a gente que había sido desleal a todo lo divino y humano. 

1931 primer tramo — 

Ganaron los izquierdas unas elecciones municipales, que hicieron huir a Alfonso XIII. Las elecciones no se habían hecho como plebiscito para ver si había que sacar  la Monarquía o no; ni por sueños. Pero las izquierdas tuvieron la osadía de proclamar a tambor batiente la República, hacer una nueva Constitución y levantar como gobernante-rey a Manuel Azaña, de nefasta memoria. 

Hubo una gran alegría en la masa española, que estaba harta de los últimos años de la Monarquía liberal capitalista. Pero se apagó pronto, porque el nuevo gobierno ni tocó siquiera los grandes problemas apremiantes, la reforma agraria, los 700.000 "parados" (desempleados) que eran 700.000 familias CON HAMBRE, la limpieza de la administración, el desquiciamiento económico. Les dio por desatar una persecución antirreligiosa y antimonárquica (que pusieron en la Constitución) dar la "independencia" a Catalonia(sic), destruir el ejército, incautarse de los bienes de los Jesuitas, burlarse del agro y sus miserias, mimar a los bancos y a los monopolios; y hacer política exterior antinacional. En las elecciones legislativas siguientes el pueblo votó por los "católicos" (?) Este "bienio" fue el de "España ha dejado de ser católica", "Tiren a la barriga" y "Abajo los carcas". 

1933, segundo tramo — 

"Salimos del bienio terrible para entrar en el bienio estúpido". (José Antonio). Ganó las elecciones la C.E.D.A. (Confederación Española de Derechas Autónomas) que decepcionó también a todos. Tenían nombre de católicos, por su jefe Gil Robles, pero su principal aliado eran los "radicales", partido masónico. Eran una bastardía de "conservaduros". Empeoró las cosas porque no hizo nada. Pidió 100 millones de pesetas para remediar el paro y los radicales pidieron mil millones; y los gastaron en burocracia y en labrar edificios superfluos en Madrid, riéndose del agro. Entretanto los malandras seguían quemando conventos desde el 11 de mayo de 1931. Hubo una tremenda sublevación en Asturias aliada con los separatistas de Cataluña: el gobierno se quedó alelado; y el ejército "motu propio" la sofocó rudamente. Entonces el gobierno dejando en paz a los culpables principales, fusiló a un pobre minero y a un sargento que había matado a otro en defensa propia. 

El gobierno se dedicó a perseguir a la Falange Española, agrupación patriótica fundada por José Antonio Primo de Rivera, cuyos miembros eran asesinados impunemente y no se defendían —ni podían, gravísimamente vedados de tener armas. También vomitó el pueblo a estos católicos "cursillistas" como si dijéramos; cursis por lo menos. 

1935, tercer tramo — 

La C.E.D.A. mandada por Gil Robles y el "tapao" Angel Herrera y Oria (que murió poco ha
siendo Obispo) creía a pie juntillas ganar las elecciones: tenían los resortes del gobierno, mucho dinero, gran propaganda, buena organización y hasta el (supuesto) favor del Padre Eterno: sacaron de los conventos a las monjas de clausura para que votaran por ellos. 

Perdieron rotundamente las elecciones. Ganaron las izquierdas, el Frente Popular azuzado por los comunistas; se desató el infierno en España. Incendios, asesinatos, sacrilegios, violaciones, robos en todo el territorio de la Península. El pormenor de esa ola salvaje de crímenes (muchos de ellos organizados desde París —Gran Oriente— y desde Moscú) es conocido ¿o no? Basta recorrer el librito "Conflict in Spain" del inglés Godden, que no era ni monárquico ni católico. "Las elecciones las ganó Rusia" —escribió José Antonio. Fue encarcelado; y absuelto de los cargos por el Fiscal de Estado de Madrid, fue trasladado a Alicante, donde a poco andar lo fusilaron. 

1936, cuarto tramo — 

Alzamiento Nacional. 17 de julio. El mismo día José Antonio pudo colar desde la cárcel su ULTIMO MANIFIESTO NACIONAL. Había estado dirigiendo a su gente desde el calabozo con admirable serenidad y lucidez. Había previsto desde mucho antes lo que se venía, y había trasmitido prácticamente el mando de la Falange a Francisco Franco, en la histórica carta del 24 de setiembre de 1934, durante el "Cedismo" y antes del triunfo de las izquierdas. El 18 de noviembre rindió su alma a Dios, asesinado infamemente, uno de los héroes más puros y más asombrosos que ha tenido España, tierra de proceres. Muy cerca de él, fueron asesinados los dos monárquicos Calvo Sotelo y Ramiro de Maetzu: eran las tres lumbreras que defendían la verdad en España. Pero ya las tropas de Franco se derramaban por Andalucía. 

Ese período trágico de la Madre Patria encierra muchísimas lecciones. El insigno libro "Obras de José Antonio Primo de Rivera — Recopilación cronológica" editado por la Sección Femenina de Falange Española, 1966 —en otro lugar de esta revista, dijimos que es un "tratado". Propiamente no es un tratado, sino un venero de lecciones. Por ejemplo:

Lección 1ª — El Sufragio Universal indiscriminado ¿para qué sirve? Sirvió para llevar a España a la Guerra Civil. 

El sufragio anduvo a los bandazos, de un extremo a otro, empeorando las cosas vez a vez. Las mayorías reaccionan simplonamente. 

Lo menos que se puede decir es que en una Nación en discrimen el sufragio no es remedio sino lo contrario. José Antonio, elegido diputado dos veces, reclamó, no obstante, desde el principio, la supresión de los partidos políticos. Los hechos le dieron la razón. 

Lección 2ª — El catolicismo político, la CEDA, que podríamos llamar democracia cristiana, tampoco sirvió de nada, al contrario. Es algo espúreo. Amontona los votos de los cristianos que rehuyen el ser perseguidos; o sea, aquellos que son cristianos hasta donde la religión coincide con sus propios intereses non-celestiales. Mistongos, pues. De esa gente se pueden reunir rebaños; mientras se trate de lo verde, estupendo; pero si se trata de la verdad, es otra historia. 

Lección 4ª(sic) — Puedo errar y ojalá yerre; pero este gobierno "católico" que tenemos se da un aire al gobierno de la CEDA; la cual hacía muchas cositas, obras públicas, leyes, subsidios, industrias, discursos, ceremonias; pero los problemas bravos del país, ni los tocaba ni quería saberlos siquiera. 

Nuestra situación no es la gravísima de España en 1931-1936; pero en un punto la nuestra es peor. Allá no había la invasión solapada de la finanza extranjera. Necio de mentas si a la segunda no escarmientas. 

Leonardo Castellani (Jauja, septiembre 1968) 

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*Nota mía: El artículo tiene algunas inexactitudes históricas. Para detalles sobre la última etapa de la II república les recomiedo esta serie: Noticiario 1936 
Para detalles sobre Falange Española: Historia desconocida de Falange 

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