Leonardo Castellani: El espíritu de perplejidad (Jauja, junio 1968)

DIRECTORIAL
EL ESPIRITU DE PERPLEJIDAD

La gente quiere hablar de política. Yo quiero hablar de religión. Quizás se pueda hacer los dos en uno. 

Políticamente, la Argentina anda en desintegración. Estamos poseídos, por justo castigo de Dios, del espíritu  maligno de la perplejidad. 

Si no lo cree míreme en los ojos y dígame: ¿Qué es la Argentina políticamente? ¿Es monárquica, aristocrática, democrática, demagógica, dictatorial, caudillista, oligárquica, timocrática, anárquica, liberal, reaccionaria, falangista, revolucionaria, "comunitaria", o qué? Es todo eso junto o sucesivo o dos o tres cosas a la vez. En una palabra es "perpleja". 

Por ejemplo, desde 1853 a 1912 el país fue más o menos una oligarquía liberal, o sea, una plutocracia fraudulenta; que fue rota por un caudillismo liberal moderado, don Hipólito; osciló después con un retorno inestable, Alvear y la vuelta del "peludismo" y fue roto el 30 con un intento de "falangismo" efímero, Uriburu. Detrás de eso pechan dos "tradiciones" o más exactamente la Tradición y la Revolución; y andamos a los barquinazos. 

La oligarquía liberal se mantuvo casi un siglo con colonialismo larvado y apariencias de florecimiento material más fraudes electorales de todas clases; como el famoso "Acuerdo de Gobernadores" de Roca; que si se quiere no era mala idea, si no fuera monopolizado por un solo sector y a contracorriente del pueblo. 

Desde el 30 acá lo que hay son vuelcos y más vuelcos con la intervención de "pronunciamientos del ejército". En suma, un enfermo que da vueltas en la cama y tiene miedo de levantarse. Indeterminación, ausencia de estabilidad política, desaparición de la legitimidad. En buena política estamos a cero. Y nos devoran los de afuera. 

Pero no puede durar. Vamos a tener que, ser algo. Si no nos hacemos nosotros nos harán desde afuera. La "provisoriedad" no puede ser permanente, como su nombre lo indica. 

* * *

¿Quiénes nos van a meter en pretina? 
Hace ahora justo cincuenta años acaecieron dos acontecimientos mayores, los más importantes del siglo, que crecieron hasta dominar todo el horizonte. Son el triunfo del Comunismo y el Capitalismo (dos hermanos de madre) se puede decir; o sea, la Revolución de Octubre en Rusia, la entrada de Estados Unidos en la Gran guerra, la que quedó ganada por los "aliados" desde ese mismo hecho ipsofacto, quedó ganada por los Estados Unidos y Rusia. 

El Comunismo ganó un Imperio y no ha dado un paso atrás desde entonces. Cuando yo estudiaba en Roma me decían mis maestros los Jesuítas : "El bolchevismo no puede durar porque es antinatural". Yo decía: "Ya ha durado 19 años". Ahora ya son 50. Verdad es que no permaneció en un ser: se hizo en nombre de Marx, mas ya Lenín modificó la "doctrina" y Stalin no digamos nada; y los actuales sátrapas la han convertido en un simple imperialismo ateo, sustituyendo fácilmente el imperialismo pseudoreligioso de los Czares y ensanchando sus pretenciones hegemónicas y conquistadoras hasta la conquista del mundo. 

Los objetivos finales indicados por Marx han fallado todos. A saber: la instauración del comunismo, la dictadura 'proletaria' del proletariado, la liberación del hombre de todas sus "alienaciones", la abolición final del "Estado", la creación del hombre "omnilateral" plenamente desarrollado y completo, del hombre "humano" apropiado de la entera riqueza de la esencia humana, que resolvería el conflicto entre hombre y hombre, entre hombre y natura, entre libertad y necesidad, entre individuo y género; y ende, plenamente feliz. 

En los "Manuscritos económicos filosóficos de 1844" de Carlos Marx se dice: 
...el Comunismo, en cuanto efectiva supresión de la Propiedad Privada y por ende en cuanto real apropiación de la esencia humana... es, en tanto materialismo cumplido, un humanismo; y en tanto cumplido humanismo, un naturalismo. Es la vera solución del conflicto entre libertad y necesidad, entre individuo y especie. Por tanto, es el enigma de la historia RESUELTO... 

Está a la vista que nada de eso aconteció y se empeoró el "enigma de la historia": surgió un capitalismo de Estado, un duro partido único, una camarilla oligárquica de políticos y una feroz dictadura. Se parece a los enormes despotismos asiáticos de antes de Cristo, a las "fieras" del profeta Daniel. 

Tampoco el capitalismo permaneció en un ser: se transformó en el "neo-capitalismo", de que tantas loas nos llegan desde la USA, incluso una firmada por Werner Sombart. Se le agregó algunas ventajas "paternalistas" hacia los obreros, incluyendo una fingida y fútil "participación en las empresas" por medio de "acciones"; de donde resulta que los obreros que triunfan, adquieren un status materialmente aventajado en el cual empero andan insatisfechos; y los que no triunfan, se van a la peor miseria. También ensanchó su ámbito a escala internacional, incluyendo el chantaje, y la opresión a las naciones pequeñas; hecho a base de dinero (o crédito) soborno, estafas y maniobras financieras, unidos a propaganda ideológica - religiosa. Supuesto que se trata en puridad de dos herejías. 

Entre estos los monstruos apocalypticos estamos. Se intentó meter la cuña de un "Tercer mundo"; que hoy no es más que una palabra. No habrá "Tercer mundo", a no ser quizás si Europa consiguiera conglomerarse en una nación —lo cual no se ve posible— o por lo menos no cerca. 

Creemos que los Estados Unidos consisten en un pueblo espléndido gobernado por una plutocracia, es decir, por el diablo; y que no anda ahora al margen del derrumbe, como algunos profetizan; lo cual tampoco convendría al mundo. Pero sea como fuere, ahora es el asiento del CAPITALISMO LIBERAL. 

Tal como vamos ahora, estamos destinados a rendir vasallaje al capitalismo. Y al que no le guste que se vaya ¿Adonde?

* * *

La Argentina no puede eludir la tenaza si no es equilibrándose políticamente; o sea haciéndose fuerte y asentada: "funcionalmente soberana", como dice Disandro. ¿Y cómo? 

Yo no soy el mayo de Oz y no tengo una varita mágica, ni un talego de "recetas", como tantos, de mis compatriotas reformadores de café. 

Se me ponen los pelos de punta al pensar que yo tengo que brindar una solución; porque de no, todo lo dicho arriba es un mero lugar común que no sirve para nada. 

Para salir de nuestro estado informe y remendado hace falta una "creación"; a no ser intervenga el único Creador que existe y ahora anda escondido en el cielo; y para mejor el teólogo inglés John Róbinson, delicias de los profesores del Seminario, ha descubierto que el cielo NO EXISTE: 

   Pues ese cielo azul que todos vemos 
   no es cielo ni es azul. Lástima grande 
   que no sea verdad tanta belleza. 

Para mejor hay dos médicos argentinos, premio Nobel o casi, casi, que sostienen (en secreto) la raza argentina ha degenerado biológicamente. Yo he degenerado biológicamente, porque ¿qué tiene que ver mi salud actual con la salud de mi abuela Doña Magdalena Diana de Castellani, q. D. h.? 

Viendo TELE o VIDEO uno se siente muy tentado de creerlo. Si es así, no hay solución. Así como el que se vuelve babiola es manejado por otros, así un pueblo enteramente o en gran parte babiola tiene que caer en el coloniaje o ser gobernado por una tiranía. Las dos cosas comúnmente. 

Hay una superstición en mi tierra (y mi finado tío Félix la tenía fieramente) que cuando vuelvan al Plata las cenizas de Don Juan Manuel de Rosas, la Argentina se arregla. Es una superstición absurda, pues poco se puede hacer con unas cenicitas. ¿Qué me importa a mí si dentro de poco me voy a juntar con mi abuela? Pero me dan lástima mis sobrinos nietos. 

Lo más sencillo para mí sería renunciar al patriotismo, como Epicteto, sin decir nada. Pero un amigo me hace notar que si el patriotismo fuese una ideología, se podría renunciar cuando el país real no coincidiese con ella, como hicieron Echeverría y Lavalle. Pero el patriotismo no es una ideología, es más animal que eso. 

   La Patria no se elige ni abandona
   Y como a madre todo se perdona.
   Diré con una hipócrita sordina
   La Patria es impecable y diamantina.
   El Niño Dios le escrituró un establo
   Y los veneros de petróleo el diablo.
   Patria, tu profanado territorio
   Espera tu Hernandarias ilusorio
   Y entretanto te extingues y aburbujas
   Meada por los perros y las brujas.

Y según mi amigo el "nacionalismo" de los nacionalistas argentinos es simplemente patriotismo y por tanto esa palabra "nacionalismo" es indeseable y peligrosa; siendo así que el nacionalismo argentino es "el imperativo imprescindible de la cepa hispánica". Creo tiene razón, aunque no entiendo muy bien eso de la "cepa", que debe ser cosa animal o vegetal. 

Verdad es que los filósofos europeos como Spengler y Seifert cuando usan "nacionalismo" entienden el nacionalismo chauvinista o individualista que ellos conocen; y aquí ni reina ni rige. 

Sobre esa cepa hispánica, no olvidando las cepas de Mendoza y San Juan, habrá que fundar nuestra "instauración" o "restauración" o reforma política. 

Hay que "rehacerse nación", fundarse de nuevo. No es soplar y hacer-botellas. Es la misión que Dios da a los patriotas de hoy. 

La Patria no se elige ni se abandona; porque Dios por un lado me ha hecho nacer sin consultarme en este lugar y no en otro peor; y por otro lado, me ordena amar al prójimo. La única escapatoria, cuando uno muy mal se viere, sería hacerse hermitaño urbano con h o sin h, retirándose de la política y de los negocios, y encerrándose en un 5º piso con un montón de libros, una radio y un teléfono que no funciona. 

Ya habrán notado todos que estamos haciendo los 8 ó 20 compases de bochinche que hacen al fin de las sinfonías los músicos ilustres. Con el fin de esquivar el dar la solución hasta el número próximo y después seguir postergándola de uno en otro hasta llegar al 24, en que muere la revista y quizás también nosotros. 

Tengo miedo caiga en ridículo la Constitución nacionalista y patriótica que hemos hecho con Octavio Maestu, Jaime María Mahieu, Bruno Jacovella y los dos españoles (ausentes) José María Arrese y Eduardo Adsuarda. A Mambrúa lo echamos porque quería poner como epígrafe (que se iba a volver 
epitafio): "Soñar no cuesta plata". También nos contaron que había dicho aludiendo a nosotros : "Cuanto más inteligentes unas gentes más sonsos son sus sueños". 

Como ese tan pituco entretenimiento de hacer constituciones es tan resobado que desde Platón acá hasta Marx pasando por Rousseau ha dado innumerables engendros, tememos nos tomen para el titeo. Lo conducente sería escribir un enorme libro como "Las Instituciones Cristianas" de Calvino, "El Contrato Social" de Rouseau y "El Capital" de Marx, que según dicen produjeron sendas Revoluciones Nacionales; cosa que yo dificulto, pues esas tres revoluciones fueron precedidas por varrias herejías oscuras, que los llamados reformadores plagiaron asquerosamente; y así, todo lo de Lutero y Calvino está punto por punto en Wicleff y Jan Huss; toda la Revolución Francesa está en los "Iluminados" y la religión de la Libertad y la Democracia de los francomasones; y Carlos Marx transcribió a la letra el proyecto de Graco Babeuf (1762- 1796), en su parte de acción, que la parte de teoría no la ha leído nadie hasta ahora (excepto Hilaire Belloc y Lenín) y está también plagiada casi toda de los economistas ingleses. 

Así que dejamos para mejor ocasión el esquema constitucional de la Argentina futura (cuando retornen los huesos de Rosas y quede desmentido José Mármol) la cual será Monárquica Democrática y a la vez no lo será, si ustedes me entienden. Y provisoriamente damos el esquema de "La Nación" diario en su editorial del lunes 22-IV-68, que reza en su conclusión final: 

   "Es un error ovidar que el auspicioso futuro con que soñamos no es premisa previa sino la insobornable consecuencia del logro de aquellos objetivos, que cuando se encaran con la necesaria solvencia de ejecución infaliblemente habrán de satisfacer toda aspiración de porvenir. Y es lo cierto que éste no se levanta sobre lucubraciones sobrehumanas, sino merced al tesón de normales  nteligencias capaces de eficientes realizaciones en todos los órdenes de la función pública".
   "Tales los sencillos caminos que llevan a un país a las metas de grandeza que aspiran lógicamente todos sus hijos sin excepción". (Párrafo final copiado a la letra). 

El autor de este párrafo debe de haber sido paciente de los dos médicos de marras. 

Leonardo Castellani (Jauja, junio 1968) 

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